Horacio Mario Aguilar- A una mujer!


¡Qué enorme las ganas de engañarte..!
Cuánta necesidad, la de mentirte..!
De decirte que soy ese alfarero
que toma con sus manos cada forma de tu cuerpo..,
palmo a palmo, borde a borde.., largo a largo..,
plasmando con el barro la esbeltez ondulante de tu talle…!!

Que tremendas ganas que lo creas..,
que abandones a mis manos, a mis dedos,
el volumen de tu pelo, tu perfil,
tu nostálgica mirada,
la insinuante comisura de tus labios,
la turgencia de tus senos,
y las nubes onduladas
de tu vientre y tus caderas,
plasmadas para siempre en mi memoria..,
para siempre moldeadas en un verso..!

Hoy quisiera engañarte,
mentirte, si, mentirte
y poder acariciarte sin que sepas,
cuanto hay de amor y de lujuria,
si te pienso, si te siento, si pretendo procrearte
otra vez, nuevamente como a Eva;
evitarte la serpiente, esconderte la manzana..,
liberarte la delicia de tu entrega,
la pasión despertada por mis manos en tu cuerpo...!
Descubrirte en la mentira, la ansiedad inocente,
sin castigo..!,
y entregarte enteramente al destino maternal
de ser mi hembra..!