Algunos caminan solos,
van descalzos, sin dueño,
arrastrándose por las calles,
sin esperanza de tobillo ni empeine,
desheredados,
oliendo el propio cuero,
desmenuzando la suela
contra el suelo irregular
de las veredas de cualquier barrio.
Algunos perdieron las piernas
a quienes llevar
ganados por el hastío que inventa
crucigramas para matar el tiempo.
Muchos se cruzan los cordones
por rebelarse contra el sindicato
de zapatos de ilustres beneméritos.
La mayoría luce desgastada,
sometida al secreto vaivén del asfalto.
Y hay un centenar múltiple
de insurrectos deshauciados
ante el reinado de la zapatilla.
Sólo los de Van Gogh
me miran desde la tela
contándome una historia
de penas existenciales,
que doblan el metatarso
hasta que duelen dentro, muy dentro,
los diez dedos de andar la vida.
Cae el invierno-Oscar Néstor Galante
Poema con aires populares-Silvia Patón Cordero
Fantasía-María Milagros Sena
Solo con unos versos
he llenado mi vida,
de vagas ilusiones
y loca fantasía...
¡Cabalgando por mis días.!
Acude a mi ventana
he llenado mi vida,
de vagas ilusiones
y loca fantasía...
¡Cabalgando por mis días.!
Acude a mi ventana
la diáfana luz del día
con ella trota el amor
llenando de alegría
las horas de mi vida
Escucho una melodía.
Me besa su armonía,
su calor se encarama,
caldeando el alma mía...
¡Hasta mi húmeda cama !
con ella trota el amor
llenando de alegría
las horas de mi vida
Escucho una melodía.
Me besa su armonía,
su calor se encarama,
caldeando el alma mía...
¡Hasta mi húmeda cama !
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