
La pluma de un poeta es algo humano
que acariciando cada noche, cada día
va logrando así asonante algarabía
de adorar por creyentes lo profano.
Sintiendo con palabras decisivas
llevar los pensamientos impacientes
que elevan hasta el cielo transparente
sus hirientes o amorosas tentativas.
Las cuales dirigidas a otros puertos
llegarán cual saetas de algún centro
y caerán por el paisaje olvidados.
Yo no he visto jamás algo tan bravo
ni dulce, ni hiriente, ni valiente, ni profano
que la pluma de un poeta enamorado.
que acariciando cada noche, cada día
va logrando así asonante algarabía
de adorar por creyentes lo profano.
Sintiendo con palabras decisivas
llevar los pensamientos impacientes
que elevan hasta el cielo transparente
sus hirientes o amorosas tentativas.
Las cuales dirigidas a otros puertos
llegarán cual saetas de algún centro
y caerán por el paisaje olvidados.
Yo no he visto jamás algo tan bravo
ni dulce, ni hiriente, ni valiente, ni profano
que la pluma de un poeta enamorado.