Sin título-Blanca Barojiana

a M, a quien solo conozco por fotografía.


Tu espíritu tenía un rasgo de tristeza
y quisiste, de joven, ser en la pena heroica.
Qué naufragio de paz entre tus aguas fuertes,
qué locura de río rompiente en catarata.
Pensaste que la vida te perdonara todo,
creíste que el amor por sí solo vivía;
y, como tanto amabas, soñaste amor eterno
sin ver que entre tus manos tú misma lo matabas.
Y cuando vino el tiempo, pequeña, a devorarte,
te alzaste como eres: el corazón perfecto
del hada de los lagos, el trígono del agua,
y en tus ojos el fuego del amor que defiendes
y alimentas y acunas como a un hijo perfecto.

1 comentario:

Elisabet Cincotta dijo...

Liliana, qué hermoso quedó tu blog.
Este poema es muy sentido.
besos
Elisabet