La verdad-Celina Vautier



Abrigo mi garganta, que tiene frío de besos
y escondo mis pupilas, que queman con su luz.
Cierro fuerte los puños, porque encierran caricias
que no encontrarán nunca destino que cumplir.

Bajo mi frente altiva, pesada de recuerdos
y sujeto el galope de este corazón
que palpita en la nada y que nadie percibe,
empujando mi sangre hirviendo de pasión.

Me esconderé en la sombra, dejaré que mis ojos
laven con su agua triste las manchas del dolor.
Sonreiré a todas horas, no sea que delate
el vacío infinito en que vuela mi amor.


2 comentarios:

Alberto Peyrano dijo...

Triste y bello poema, amiga! Me ha encantado!
Un abrazo, Alberto

Anónimo dijo...

El amor, hasta en el vacío es una luz hermosa. Eso eres tú.

Un abrazo, desde Bogotá, Colombia.

Víctor Riascos