Manuel Cubero-Bahía








La plata de un espejo inmaculado, límpido crisol de la mañana, saludó al alba vestida con la bruma de un calmo amanecer.








1 comentario:

Kellypocharaquel dijo...

Muy bello poema Manuel, conppich tu excelente calidad de expresión.
Abrazos y besos
Raquel Luisa Te