cuando los hijos parten
La casa quedó en silencio. Cada habitación perdió su rótulo, cada dormitorio dejó de ser "de" para transformarse en "para cuando..." En cada recoveco un llanto, un remolino azul en las paredes, las sombras desaparecieron en algún hueco del pasado. Ellos ya no están y, en la soledad de la rutina, nadie habla ni la música ni la risa.
El vientre se hunde en una vorágine de vacíos, una sensación abortiva inunda sus entrañas... ningún cordón mecerá sus días. En sus ojos el tiempo refleja las distancias, manos sin manos... lágrimas, mezcla de tristeza y alegría... se rompió, esparce sus cantos... Sobrevive en tres miradas, mundos diferentes, sus hijos... por ellos renace aun quebrada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
7 comentarios:
Gracias querida Lili por tanto mimo y cariño
besos
Elisabet
Bello, triste, enorme texto.
Un abrazo Gus.
Hermoso como siempre mi querida Elisabet. Siempre un placer leerte
Un abrazo
Real y hermosamente dicho. Pero las mujeres y las " quebradas " de Eli, siempre renacen.
MARITA RAGOZZA
Bellísimo tu texto, Elisabet. Las que sabemos de los hijos que levantan vuelo para hacer su vida lejos del nido, nos sentimos reflejadas en tus palabras, que calan mucho más allá del dolor de ese posparto que dura toda la vida.
Un beso grande
María Rosa León
Los hijos vuelan del nido, para formar otros nidos, aveces uno de ellos al volar llegó al cielo y alli anidó con el arrullo de los angeles.
Bello Elisa como todo lo que haces.
Susana
Publicar un comentario