Hoy estoy triste. Se me llueve el alma.
El cielo suelta lágrimas de hondo
dolor de plomo que borra los colores.
Nada se mueve. Inertes, como calma
marea de peces muertos, en el fondo,
mis recuerdos, mis soñares, yacen perecidos.
No puedo izar el ánimo, ya extinto.
Por qué luchar, por qué vivir, por qué qué, algo,
Si al final del camino, el duro espejo
Me devuelve el fantasma de un sujeto
que es lo que fue, será lo que era, fue lo que tuvo
que ser, aunque no fuera
otro que el mismo, el igual, por siempre nada.
Soy esa nada, estirada al infinito
en una dimensión que sume en el espanto.
No fui, ni soy ni seré más que un quebranto.
No me queda siquiera el espesor del mito.
El universo cambia.
Yo
ni muevo el aire.
El cielo suelta lágrimas de hondo
dolor de plomo que borra los colores.
Nada se mueve. Inertes, como calma
marea de peces muertos, en el fondo,
mis recuerdos, mis soñares, yacen perecidos.
No puedo izar el ánimo, ya extinto.
Por qué luchar, por qué vivir, por qué qué, algo,
Si al final del camino, el duro espejo
Me devuelve el fantasma de un sujeto
que es lo que fue, será lo que era, fue lo que tuvo
que ser, aunque no fuera
otro que el mismo, el igual, por siempre nada.
Soy esa nada, estirada al infinito
en una dimensión que sume en el espanto.
No fui, ni soy ni seré más que un quebranto.
No me queda siquiera el espesor del mito.
El universo cambia.
Yo
ni muevo el aire.
8 comentarios:
Un gran poema de mi amigo-hermano, Carlos.
Liliana
Olá!
Seu espaço é lindo e aconchegante!
Es sensacional, hace eco en mí.
besos
Elisabet
Una verdadera joya diseñada por un orfebre de altisima calidad.
¡¡¡ Congratulaciones !!!
Besos
Raquel
Bello poema carlos, un abrazo gus.
La excelencia del decir en un poema
"El universo cambia / yo / ni muevo el aire"
Sólamente estos versos, son todo un poema. Estupendo
Víctor hugo Tissera
Carlos: Estaba por escribirte exactamente lo que ya te dijo Víctor. Esa conclusión como resumen de una canción dolida de amor, son todo un poema. Memorables, para el aplauso cerrado.
Un cariño grande
María Rosa León
Cargados de profunda tristeza, hoy lloran estos versos.
La más grande de mis sonrisas para ti, mi buen amigo.
Un fuerte abrazo.
Salvador Pliego
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